19/11/09

Ganar y perder




Hay quien dirá: “El dolor que nos produce el perder es mayor que la dicha que nos procura el ganar”, y la investigación psicológica corrobora esta observación.

Nos adaptamos más rápidamente al ganar que al perder. Cuando ganamos, elevamos nuestra mira y avanzamos; en cambio, cuando perdemos, nuestra recuperación es más lenta. Experimentos realizados en laboratorios de psicología demuestran que la pena del perder es más intensa que el placer del ganar. Cuando sentimos que deberíamos haber ganado, la pérdida duele más que cuando hicimos todo lo posible y fuimos derrotados por circunstancias imprevistas.

Sin embargo, el tiempo mitiga el dolor de la pérdida. En el mostrador de un taller de reparación de automóviles hay un cartel que dice: “El recuerdo de la mala calidad dura más que la dulzura del precio bajo”. Ingenioso, pero falso.

Los sucesos desagradables tienden a desaparecer de la memoria; son suprimidos o reprimidos.

Esta conclusión es el resultado de cincuenta años de experimentos sobre el tema de la memoria, tales como el siguiente: se solicitó a estudiantes universitarios que hicieran una lista de las cosas buenas y malas que les habían sucedido el verano anterior; seis meses más tarde habían olvidado más cosas malas que buenas.

Abel Cortese

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