19/10/09

Haga un diagrama de su pensamiento

Haga un diagrama de su pensamiento



Los cuadernos de Einstein, Marta Graham, da Vinci, Edison y Darwin sugieren que una de las razones primordiales por la que alcanzaron la grandeza fue su capacidad de representar sus sujetos de manera visual haciendo diagramas y mapas. En los cuadernos de Darwin existe una representación diagramática que se produce con frecuencia en la naturaleza como un árbol con ramas irregulares. Sus diagramas de árboles le ayudaron a capturar sus pensamientos respecto al cambio evolutivo permitiéndole dirigirse a muchas direcciones a la vez y juntar una información que en apariencia no estaba relacionada. Cada diagrama estaba densamente repleto con significados potenciales. Darwin dibujó gran cantidad de estos diagramas, tanto para perfeccionarlos y utilizarlos como para comprender lo que se sabe y como guía en la búsqueda de lo que todavía no se sabe.


Los diagramas de Darwin fueron factores de giro en el proceso pensante que condujeron a su teoría de la evolución. Los utilizó para trabajar en muchas cosas: como una manera de clasificar la relación de las diferentes especies entre sí, como una forma de representar el accidente de la vida, la irregularidad de la naturaleza, el carácter explosivo del crecimiento y de la necesidad de mantener constante el número de las especies. Al cabo de quince meses de haber dibujado su primer diagrama de árbol, Darwin había solucionado los mayores problemas de su teoría de la evolución.
Intente contemplar su problema como un diagrama verbalmente. Primero, redacte su declaración de problema de la manera más completa que le sea posible. Luego haga un diagrama del mismo escribiendo el problema en el centro de una hoja de papel y dibuje un recuadro alrededor suyo. Pregúntese a sí mismo “¿cuáles son las principales características del problema?”. Escriba con letras mayúsculas todas las respuestas potenciales encima de las líneas rectas que emanan del recuadro. A continuación verá un sencillo diagrama sobre la mejora de la productividad de una empresa. Las características principales salen del problema como si fueran ramas.


 Puede usted ampliar su pensamiento haciendo un mapa de las respuestas a la pregunta, o sea, utilizando la cartografía. En otras palabras, si X es la respuesta a la primera pregunta —”¿son las características principales del problema?”— puede usted preguntar después: “¿Cuáles son las características principales de X?” (¿son las características principales de la gente, el capital, la tecnología y demás?). Al dibujar círculos alrededor de las respuestas relacionadas y unirlas con un color que contraste, empieza usted a dar textura a su comprensión del problema. La ordenación de información de esta manera le invita a buscar relaciones y conexiones entre las respuestas. Cuando termine haga las siguientes preguntas:


• ¿El diagrama mejoró mi comprensión
          del problema?

• ¿Descubrí algo respecto al enfoque
           del problema?

• ¿Qué es lo que falta?
• ¿Qué áreas son nebulosas?
• ¿Qué es lo que veo ahora?
• ¿En qué debería estar pensando?

Todo el que piensa, aunque sólo sea un poco, se habrá dado cuenta de que el lenguaje es prácticamente inútil para describir algo que sucede en el cerebro. El pensamiento puro es una cosa dinámica, cambiante y activa. Está condensado y es telegráfico, y sólo cuando se amplia su forma y se hace que pueda ser comunicado a los demás pierde su carácter activo, volátil y creativo. Una manera de capturar su pensamiento antes de que pierda su naturaleza activa es utilizar la cartografia para hacer un mapa mental del mismo.
Abel Cortese


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