René Descartes
"MÁXIMA ACTIVIDAD NO ES LA DE LAS MANOS, SINO LA DEL CEREBRO". Jardiel Poncela
EL CEREBRO: UN ILUSTRE DESCONOCIDO
Estructuralmente, el cerebro es una máquina pavorosamente compleja. Permanece como una de las cosas que más desconoce aún el hombre.
Y en cuanto a sus funciones, la consciencia representa sólo una pequeña parcela de nuestra psique... En todo caso, parece indudable que nos afectan muchos estímulos que no percibimos conscientemente y que, por lo tanto, no podemos evaluar de manera racional. Algunos llegan a ser importantes. Ello, en mi opinión, es el origen de las "corazonadas' o de lo que manifestamos en ocasiones con frases como 'intuyo que...'
EL CEREBRO NO ESTÁ APROVECHADO A FONDO
“El cerebro continúa desarrollándose, por impulsos curiosamente irregulares, hasta los cuarenta años. Pero, como Frederick Tilney demostró en su monumental estudio de ese órgano central, no llega nunca a estar más que semidesarrollado, y habitualmente no se utiliza más que una quinta parte de él. Como el cerebro crece sólo con el uso, por el desarrollo de una adecuada aislación de las fibras nerviosas sometidas a estímulo, esto significa que nadie ejercita su inteligencia, en forma suficiente para madurarla, antes de los cuarenta años. De ahí que nuestro sistema nervioso central llega a menos de la mitad de su desarrollo, aun en el momento de la muerte.
Esto es lo que suscribe también el célebre psicólogo William James, al escribir: ‘Las facultades mentales que en la generalidad de las personas están inactivas o mal empleadas, superan en mucho a las que están en propia y efectiva actuación’.
EL CEREBRO Y LA ENERGÍA
El Dr. Seymour Kety, del Hospital General de Massachusetts, probó con la ayuda de sus colaboradores, que el total de energía consumido por el cerebro se cifraba en unos veinte vatios, un quinto del que gasta una bombilla ordinaria. Demostró también que la diferencia de consumo entre el estado de vigilia plena y el coma profundo era cuestión de siete u ocho vatios.
¿Por qué, entonces, cuesta tanto pensar?
Como una forma de autopreservación, al cerebro le gusta evitar toda actividad innecesaria. Trata de gastar la menor cantidad posible de energía para cumplir sus tareas ; por eso, tomará el camino más fácil cada vez que pueda.
La tendencia natural del cerebro es evitar un estado de decisión, ya que éste implica trabajo.
En general, poner al cerebro en estado de decisión requiere cierto gasto de energía, que se acrecienta al tener que ejecutar esas decisiones u otras subsiguientes.
Abel Cortese
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