23/9/09

Sobre la Importancia de la Dieta: los Minerales

Inteligencia Práctica: Administración de la Energía Física

LAS SALES MINERALES
son reguladoras de la nutrición celular y de la constitución ósea, responsables del equilibrio osmótico y ácido-base de los humores, así como de la excitabilidad neuroendócrino-muscular. Dieciséis minerales entran en la constitución y el funcionamiento del cuerpo, siendo los principales: calcio, hierro, fósforo, iodo, sodio, potasio y magnesio.

EL CALCIO responde por el crecimiento de los huesos, la fortaleza de la dentadura y la firmeza de las arterias, vitalizando todo el organismo y contrabalanceando la acidez. Contribuye a la coagulación e la sangre. Si se carece del mismo, las secreciones internas se deterioran, las células se dañan y el corazón pierde el ritmo. El cuerpo, en esos casos, utiliza el de los dientes y el de los huesos. Sin calcio el cuerpo se desmineraliza y sufre de excitabilidad nerviosa. Se encuentra en los lácteos, las pasas de higo, porotos, yema de huevo, aceitunas, lentejas, maní, nueces, avena y pasas de uva. El calcio permite un mayor relajamiento nervioso.

Todos necesitamos de él en una cantidad de por lo menos 1 gramo al día.

EL HIERRO es fundamental para la elaboración de la hemoglobina de la sangre. Su falta acarrea palidez y desánimo. Es el encargado de transportar, desde los pulmones, el oxígeno que todos los tejidos precisan. Alimentos que lo contienen: yema de huevo, guisantes secos, frutos secos, avena, trigo integral, maní, achicoria, pasas de uva, castañas, ciruela seca, berro, acelga, porotos y jugo de uva.

EL FÓSFORO, imprescindible para una dentadura sana y huesos perfectos, para la regularidad endocrina y el equilibrio del tono vital, participa en la formación de los más notables elementos de la célula nerviosa. Beneficia el trabajo muscular, facilita el trabajo intelectual y ejerce un buen papel en el vigor sexual. Fuentes: queso, leche en polvo, cacao, acelga, harina de soja, yema de huevo, maní, porotos, trigo integral, arvejas, nueces, avena y germen de trigo.

EL YODO es indispensable para el buen funcionamiento de una de las más importantes glándulas del cuerpo: la tiroides. Su ausencia produce bocio, obesidad, lasitud, fatiga, depresión, pereza mental. El yodo se encuentra en la cebolla, poroto, uva, ananá, naranja, repollo, zanahoria, pepino y lechuga.

EL MAGNESIO evita la fatiga muscular y el acalambramiento. Evita también la arritmia cardiaca. Se encuentra en los frutos secos, en las farináceas, legumbres y mariscos. Un volumen adecuado de magnesio es de suma importancia para tener un corazón sano, y la muerte por ataque cardíaco es mucho menos frecuente allí donde el agua es 'dura' y contiene más magnesio.

EL POTASIO equilibra las sales en el organismo. Colabora en la actividad muscular. Lo contienen las legumbres, las frutas secas, la carne y el pescado.

EL SODIO regula la entrada y salida del agua. Está en la sal de mesa, y en los productos de origen animal.

6 comentarios: