23/9/09

Una simple pero excelente gimnasia respiratoria

Inteligencia Práctica: Administración de la Energía Física

Consiste en amplias inspiraciones, imitando las escenas matutinas, cuando por instinto nos estiramos una y otra vez.

Se elevan muy lentamente los dos brazos y se separan, respirando tan profundamente como sea posible; después se bajan arrojando el aire inspirado.

También se pueden elevar las puntas de los pies, como si se tratara de crecer: esta operación provoca la rectificación de las curvaturas de la columna vertebral, mediante la cual las costillas describen, de abajo a arriba, un segmento de círculo sensiblemente mayor que el habitualmente recorrido.

Este ejercicio impide la anquilosis de las costillas, y "despliega" gran número de vesículas pulmonares aplastadas, donde no penetraba el oxígeno, aumentando así la superficie donde se verifican los cambios entre la sangre y el aire.

Abel Cortese

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