Inteligencia Cognitiva: Captación Veloz de Datos
a) No tener en la mente otro objetivo, sobre todo uno opuesto.
En la concentración, el volver la espalda -figuradamente- al mundo externo es más fácil que aquietar el interno.
Un recurso útil antes de acometer una tarea es practicar un ejercicio de distensión mental: poner la mente en blanco o pensar en una sola cosa carente de significado (por ejemplo, un término sin sentido: ‘BLOM’). Realizar durante un breve lapso este ‘blanqueo mental’, si uno advierte que es necesario. Durante el ejercicio, y al penetrar otros pensamientos, insistir con ‘BLOM’.
b) Comenzar por la calma fisiológica y emocional
La concentración no es una penitencia, ni una condición excepcional de la mente. Por lo tanto hay que evitar toda tensión.
‘LA MENTE TRABAJA MEJOR CUANDO EL CUERPO ESTA TRANQUILO’.
c) Compromiso de Regularidad, todos los días en el mismo horario
La concentración se gana con la ejercitación paciente y constante.
Es fundamental respetar la ley de periodicidad: todos los días a la misma hora, la concentración se va haciendo más fácil.
Esto se conoce también como "la fuerza del hábito cósmico".
Otro estímulo para la concentración, consiste en fijarse un límite estricto para cada tarea a realizar.
Abel Cortese
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