En primer lugar, recordar la célebre frase de Eleanor Roosevelt: ‘NADIE PUEDE HACERNOS SENTIR INFERIORES SIN NUESTRO PERMISO’.
En cuanto a nuestro desempeño, cualquiera sea éste, comenzar gradualmente de menor a mayor dificultad, para evitar la frustración, experimentando, desde un principio, el éxito en pequeña escala.
No olvide que LA BAJA AUTOESTIMA SE ENCUENTRA LIGADA CON EL PLANTEO, A UNO MISMO, DE EXIGENCIAS IMPOSIBLES DE CUMPLIR.
Las expectativas elevadas no realistas significan grandes decepciones. Y la decepción golpea la autoestima. Cierra las llaves del impulso.
Para evitar esta circunstancia es necesario evaluar nuestras habilidades y los logros objetivamente, sin negarlos ni exagerarlos.
TENGAMOS EN CUENTA QUE LA AUTOESTIMA ES CONTAGIOSA
DE TODOS LOS JUICIOS QUE EMITIMOS EN LA VIDA, NINGUNO ES MÁS IMPORTANTE QUE EL JUICIO QUE EMITIMOS SOBRE NOSOTROS MISMOS.
Pero no es el único. También EL MEDIO AMBIENTE HACE LO SUYO PARA LA AUTOESTIMA.
Y el ‘medio ambiente’ son los demás. Por lo tanto, fomente la autoestima en quienes lo rodean, y agradezca la realimentación que le den ellos a la suya propia.
Y tenga siempre en cuenta que el propio hogar es, normalmente, el lugar principal donde se gana o se pierde la autoestima.
Abel Cortese
2/9/09
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