9/9/09

Cuatro Consejos sobre la Formación de Hábitos (II)

3) ACTUAR INMEDIATAMENTE
La determinación es indispensable para el establecimiento de una disciplina.

"SI PERDEMOS EL DIA DE HOY EN LA HOLGANZA”, dijo William Shakespeare, “LO MISMO NOS SUCEDERA MAÑANA, Y PEOR TODAVIA PASADO MAÑANA. AGARREMOS LOS INSTANTES POR LA PUNTA".

La postergación es una actitud que muy fácilmente se convierte en hábito.

Por eso, una vez establecida la necesidad de una acción u objetivo, es imprescindible la decisión inmediata de actuar.

4) MANTENERSE ENTRENADO EN EL ESFUERZO
El entrenamiento duro, de cualquier clase que sea, al margen de los beneficios físicos, si corresponden, mejora las destrezas psicológicas para la resolución de problemas, sobre todo en situaciones difíciles. A través de la exposición repetida se dominan temores e inhibiciones, de la misma manera que se logra inmunidad exponiendo controladamente nuestro cuerpo al microorganismo que causa una enfermedad determinada.

Por eso se dice que la vida es dura, pero si somos duros con nosotros mismos, es menos dura. En ese sentido el hábito puede convertir lo complejo en sencillo.

Ahora bien: tenga presente que LO SENCILLO NO SIGNIFICA SIEMPRE LO FÁCIL, pero repetido con disciplina y paciencia, un proceder o método sencillo puede conducir a la solución de problemas.

Recuerde el proverbio que dice que no es posible comerse un elefante, salvo que nos tomemos el tiempo suficiente y lo hagamos bocado a bocado.

LA DISCIPLINA ES UN EJERCICIO PERMANENTE DE ELECCIÓN
Al enunciado de este título conviene agregarle las inteligentes palabras del escritor Paul Valéry: ‘ELEGIR NO ES SIMPLEMENTE HACER UNA ELECCION. ES SIEMPRE SACRIFICAR UNA COSA POR OTRA’.

Por eso la disciplina es también el sacrificio de ciertas cosas superfluas en aras de las que para nosotros son importantes o esenciales.

Abel Cortese

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