Si usted no tiene este sentimiento, averigüe por qué no lo tiene. Si lo posee, formúlese estas dos preguntas:
Pregunta 1: ¿Qué puedo hacer, que no esté haciendo ahora y que, si lo hiciera regularmente, representaría una tremenda diferencia positiva en mi vida?
Pregunta 2: ¿Qué produciría resultados similares en mi actividad laboral o en mi empresa?
No olvide el extraordinario consejo del gran escritor Somerset Maugham:
"Pasa algo curioso en la vida: cuando uno se niega a aceptar nada que no sea lo mejor, muy a menudo lo consigue".
Abel Cortese
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