‘EL ROPAJE DE UN HOMBRE ES SU SONRISA. LOS PASOS DE UN HOMBRE REVELAN QUIÉN ES ÉL’.
(Proverbios, 19: 30)
La Presentación personal implica la totalidad de nuestro aspecto, habla, porte, y hasta nuestras artes en el trato con la gente. Es nuestra imagen, aquello a lo que Erving Goffman, el famoso sociólogo, se refería como ‘ADMINISTRACION DE LA IMPRESIÓN’.
Por otro lado, se llama protocolo al conjunto de formalidades para la realización de actos públicos o sociales, cuyas reglas han sido establecidas por la costumbre.
Aunque la IMAGEN o el ASPECTO poco o nada tengan que ver con nuestras habilidades o intenciones, debemos prestar atención a ellos, porque el éxito o fracaso de nuestras oportunidades, y aun de una simple entrevista, puede depender de ellos.
Sobre todo hoy, cuando el éxito depende en buena medida del establecimiento de relaciones.
Escribió Kenneth Blanchard: ‘Precisamente en nuestros tiempos de crudos combates, en los que reina con toda severidad la ley de la supervivencia del más apto, es que no han de sernos indiferentes, por pequeños que pudieran parecer, los detalles relacionados con el vestir, los modales, y la apariencia, cuya influencia conjunta puede llevarnos al éxito’.
EL LENGUAJE CORPORAL: LOS GESTOS
Charles Darwin, en el siglo pasado, señaló así la importancia de los gestos: "Los movimientos expresivos del rostro y el cuerpo tienen gran importancia para nuestro bienestar. Son los primeros medios de comunicación entre la madre y su niño; ella sonríe con aprobación o frunce el ceño desaprobando, y así alienta al niño a tomar la senda correcta... Los movimientos expresivos dan vivacidad y energía a las palabras pronunciadas; pueden revelar -y a menudo revelan- los pensamientos con más sinceridad que las palabras, que pueden ser falseadas".
La importancia del lenguaje corporal estriba en que habla siempre en tono más alto que las palabras.
"El aspecto" de una persona constituye más de la mitad del mensaje total. En un importante estudio, se determinó que un 55% del significado lo transmiten solamente las expresiones faciales y el lenguaje corporal, sin que uno haya abierto siquiera la boca".
No hay segunda oportunidad para dar una impresión inicial. Por lo tanto, es fundamental que esa primera impresión sea buena.
Se comprende que podemos impresionar mal a los demás con un lenguaje corporal que consiste en movimientos bruscos o irregulares, ademanes arrebatados, gestos torpes, malas posturas o el jugueteo nervioso con pequeños objetos.
Por otro lado, si no estamos físicamente conforme con nosotros mismos, no podemos enviar buenas señales a otras personas.
El contacto físico también tiene su lugar: el apretón de manos, por ejemplo, forma parte de la primera impresión, y tiene que tener una firmeza justa: ni con una extrema flojedad ni demasiado fuerte.
En resumen: SU EXPRESIÓN ES UNO DE LOS ELEMENTOS MÁS IMPORTANTE QUE USTED EXHIBE DE FORMA INEVITABLE, EN SUS RELACIONES SOCIALES Y LABORALES.
Abel Cortese
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