5/9/09

La inteligencia y las preguntas

La exploración de lo nuevo se produce cuando se duda, cuando se formulan preguntas.

Se ha dicho, con cierta gracia, que un genio es un hombre que duda de aquellas cosas que los demás saben perfectamente bien. La historia ha probado esto una y otra vez.

LAS PREGUNTAS SON EL ACTO CREATIVO DE LA INTELIGENCIA.

El sabio alemán Albert Einstein suscribe este principio, al decir: "LA INTELIGENCIA SE ALIMENTA DE PREGUNTAS, NO DE RESPUESTAS".

Las preguntas tienen PODER. Son el mayor instrumento creativo y promovedor de novedades.

Buena parte del pensamiento no consiste en otra cosa que en hacer preguntas.


La eficacia de las preguntas estriba en que, generalmente, AQUEL QUE SE LAS HACE, NO PUEDE EVITAR LAS RESPUESTAS.

Todas las áreas de nuestra vida están influidas por el tipo y la calidad de las preguntas que nos hacemos.

El escritor Anthony Robbins lo expresa así: "Recuerde que su destino se ve configurado no sólo por las preguntas que se haga, sino también por aquellas que no se haga".

Preguntas muy simples pueden hacer una diferencia tremenda en nuestra vida. Así ha ocurrido siempre, y también puede funcionar para nosotros. "¿Cómo puedo convertir esto en favorable? ¿Cómo puedo dar vuelta esta situación? ¿Cómo puedo utilizar esto beneficiosamente?"

Las preguntas deben ser lo más amplias y profundas posibles. No deben estar condicionadas o limitadas por creencias, prejuicios, emociones, etc.

Las preguntas también pueden modificar nuestros estados de ánimo.

Hay una gran diferencia entre una afirmación y una pregunta. Cuando se dice a sí mismo: "Soy feliz, soy feliz, soy feliz", es posible que se sienta realmente feliz si produce la suficiente intensidad emocional, cambia su fisiología y, en consecuencia, su estado de ánimo.

Pero, en realidad, puede pasarse todo el día haciéndose afirmaciones de este tipo sin cambiar cómo se siente. Lo que le ayudará a cambiar realmente es preguntarse: '¿De qué me siento feliz ahora? ¿De qué podría sentirme feliz si lo deseara? ¿Cómo me haría sentirme feliz eso?'

Si continúa haciéndose preguntas como éstas, descubrirá referencias reales que le inducirán a enfocar la atención sobre las razones que existen realmente para que se sienta feliz. Y entonces estará seguro de sentirse feliz.

LAS PREGUNTAS SON UN PODER. DAN PODER.

Abel Cortese

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