‘LA FIRMEZA DE VOLUNTAD ES EL SECRETO DE LLEVAR A CABO LAS EMPRESAS ARDUAS. CON ESTA FIRMEZA COMENZAMOS POR DOMINARNOS A NOSOTROS MISMOS, PRIMERA CONDICION PARA DOMINAR LOS NEGOCIOS’.
Jaime Balmes
La voluntad se puede cultivar, lo que equivale a decir que puede ser incrementada en nosotros.
Fundamentalmente, ella es la suma de tres componentes esenciales:
1) ORDEN
2) CONSTANCIA
3) DISCIPLINA
El ORDEN es lo que posibilita la CONSTANCIA, y ambos son los elementos básicos de la DISCIPLINA.
LA VOLUNTAD Y LOS HÁBITOS
Se ha dicho que EL HÁBITO ES O EL MEJOR DE LOS SIRVIENTES, O EL PEOR DE LOS AMOS. En otras palabras, existen buenos y malos hábitos. Estos últimos conspiran contra nuestra integridad, y los primeros son los que la fortalecen.
La voluntad está íntimamente ligada con los hábitos.
Pero contra los malos hábitos sólo puede luchar una voluntad educada. Así lo dice el escritor Henry Ward Beecher:
‘Es una filosofía equivocada el suponer que un hábito que ha encarnado en la naturaleza humana puede ser dominado por la mera imposición de la voluntad. Esto no es bastante para revolverse contra él. No se puede vencer por el solo poder de una resolución.
A ésta hay que añadir una continua educación y un ejercicio persistente”.
Ésta es la importancia del cultivo de la voluntad.
LA VOLUNTAD ES PARA CONQUISTAR EL HOMBRE A SÍ MISMO, Y LA EDUCACIÓN DE LA VOLUNTAD ES LA ESTRATEGIA DE ESTA CONQUISTA.
Abel Cortese
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