Ralph W. Emerson
Normalmente ocurre lo contrario. Lo que está afuera, las circunstancias, el ambiente, las estructuras, son lo que determina su estado de conciencia, su sentimiento de felicidad o infelicidad. Cuando se revierte este proceso, lo interior puede neutralizar lo de afuera, e incluso convertirse en causa de lo exterior. Usted puede ser un núcleo irradiante, en lugar de ser sólo un foco receptivo.
LA MENTE AYUDA A DAR FORMA A LOS ACONTECIMIENTOS. Por eso es muy importante no adoptar un papel pasivo en la propia vida, sino VERSE COMO LA FUENTE DE LOS CAMBIOS.
Si no adoptamos esta actitud, nuestro problema interior lo estaremos recreando constantemente en el exterior; así, no hay cambios exteriores hasta que la persona no cambia lo que es la matriz del problema, la causa del problema.
Escribió Orison Swett Marden:
'Si mantenemos una idea de éxito, si la mantenemos no como una idea hueca, vacía, sino claramente sentida, viva, esto hace que en el exterior se ponga en marcha lo que responde a esta idea. Y, a medida que esto se mantiene suficientemente, se van produciendo unas situaciones personales, situaciones que parecen puramente accidentales o casuales, pero que responden a esta demanda mantenida en nuestra mente, que se convierte en principio activo de todo lo que la rodea’.
’Por supuesto, el cambio no es instantáneo, sino progresivo, porque estamos viviendo a remolque, como consecuencia de lo que hemos estado generando hasta ahora, y, por lo tanto, para producir un cambio regular estable, es preciso mantener un tiempo la nota positiva, aun cuando las cosas sigan yendo mal, o como antes. En ocasiones, cuando se trabaja de un modo intenso y deliberado, los cambios se producen en muy pocos días o semanas.
Es muy importante la CONGRUENCIA entre lo físico y lo psicológico. Si uno se determina a hacer una cosa difícil pero toda la postura física lo contradice, el cerebro recibe esa señal negativa, y la falta de energía predominará'.
Abel Cortese
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